Se cumple mañana un año de la masacre de Curuguaty. Una caravana va a aquel lugar
para recordarla. Otros nos reuniremos
por la tarde en Asunción.
Y todos pedimos la
libertad de todos estos presos porque se les acusa de invadir una tierra
privada, lo cual no es verdad.
Como prueba de lo que
acabo de decir, edito parte de un
artículo muy bueno del periodista Guido Rodríguez
Alcalá.
El campo pertenecía a
La Industrial Paraguaya
S.A., que lo donó al Estado el 5 de agosto de 1967; eran 2.821 hectáreas. El
Estado aceptó la donación y lo entregó a la Marina, que lo utilizó activamente entre 1967 y
1999.
En 2004, un informe
pericial comprobó que el inmueble de la Marina tenía solo 1.088 hectáreas. Las 1.733 hectáreas
faltantes fueron alambradas por los vecinos, incluyendo Riquelme.
En el mismo año 2004,
el presidente Duarte Frutos entregó el terreno al Indert, para la reforma
agraria. Blas Riquelme, senador y presidente de la ANR, objetó que esas tierras
le pertenecían por usucapión, porque las había ocupado desde 1970.
Era mentira y él lo
sabía porque, en 1982, pidió permiso a la Marina para pasar por ahí. Además, no existe
usucapión contra el Estado.
Más adelante, el juez
Carlos Goiburú confirmó que el campo
pertenecía a Riquelme por usucapión, como finca número 9 del Registro de la Propiedad.
Cuando Riquelme quiso
inscribirlo, resultó que no existía ninguna finca número 9 en el Registro. El
juez José Benítez decidió entonces que el número de la finca debía ser 30. Esta
cortesía le valió su procesamiento por el Jurado de Enjuiciamiento.
Sin embargo, el juez
José Benítez ordenó la intervención judicial y policial de Marina kue, a pedido
de Riquelme, donde murieron diecisiete personas, doce están presos y más de
sesenta son inculpados.
Repito: exigimos la puesta en libertad ya de todos los acusados en Curuguaty.
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