Es el título de un
artículo de Juan Nepomuceno en Página 12, con detalles y reflexiones muy
interesantes.
Dado el aspecto de Fe de la visita del papa Francisco al Brasil, deseo completarlo. Adelanto que ni
estuve en Brasil esos días ni tuve demasiado tiempo libre para ver lo que
decía la TV.
El papa Francisco no
dijo con palabras grandes verdades
teológicas. Pero, ciertamente hizo
gestos que las expresaron en imágenes.
Se mostró como un hombre
sencillo, cercano, alegre, sabiendo disfrutar con todo lo que vivió esos días.
Y tuvo la mayor concurrencia de personas.
Fue profundamente
humano, en tiempos en que esta humanidad es uno de los valores más deseados en los tiempos modernos.
Y todo esto
lo mostró con una insistencia hacia su tema repetitivo: las personas más
corrientes, que suelen pasar desapercibidas y especialmente entre ellas los
pobres, merecen todo nuestro respeto. Y
una imagen suya sobre este tema valió más que mil palabras.
¿Y, ahora qué?
Pues, mucho y poco.
Poco, pues lo que
hizo es insistir en la “puerta abierta” que el día de su elección ya abrió.
Mucho, porque desde
entonces y ratificándolo en su visita al Brasil, son millones de católicos que
con nueva fuerza se pusieron de pié y comenzaron a caminar para llegar a una
sociedad más justa.
Diríamos que el Papa Francisco hizo lo que debió de hacer,
recordándonos la esencia del Evangelio de Jesús.
Ahora nos toca a
nosotros el profundizar en ello y “salir a la calle”, sintiéndonos hermanos de
todos y con todos, creyentes o no, hacer un mundo más humano, comenzando por lo
que menos o nada tienen.
Y las fotos que
conservemos de su modo de ser, de sus abrazos, de su sonrisa nos recordarán un
“kairos”, o sea el paso de Jesús entre nosotros. Ojalá no lo olvidemos.
No hay comentarios:
Publicar un comentario