La primera, que ya
expresé el 3 de agosto se refiere a que
ante las dificultades pecuniarias, haya decidido la suspensión por meses de las
medidas sociales.
“Más de un tercio de la
población está por debajo de la línea de
la pobreza. Son dos millones y medio”.
Falta plata pero no
dicen:”Vamos a disminuir la mitad de los salarios de los más altos funcionarios,
vamos a subir los impuestos de los que más ganan, vamos a suprimir los gastos
reservados o de representación.
Precisamente dicen
todo lo contrario: “A Uds. los pobres los vamos a dejar sin la salud necesaria,
no vamos a construirles viviendas dignas”.Y todo esto significa muertes de
personas que con la necesaria atención podrían seguir viviendo y más
sufrimientos a los ya sufrientes del Paraguay.
Decir esto es el símbolo de lo que se promete para los
cinco años. Intensificar un neoliberalismo para el que “los que poco o nada
ganan y poco o nada consumen, no vale la pena que el Estado se ocupe de ellos.
Simplemente sobran”.
Esta es mi primera
preocupación antes del 15 de agosto.
Pero, también hay una
segunda.
Hay quejas porque no
hay plata y las arcas están vacías. Pero, no veo ninguna intención de acudir a
las causas. ¿Por qué no hay plata y en
qué se gastó?
Alguien que ocupó la
presidencia sin ser elegido por el Pueblo causa este desastre, que van a pagar
los más empobrecidos, y no vemos ningún intento de aclararlo ante el Pueblo.
Es más, el Pueblo
tiene mucho interés en que judicialmente se
investigue todo esto y que la Justicia actúe.
Más todavía: comienza
a pensar que esta falta de interés en descubrir los culpables es una alianza
para no descubrir corrupciones que se hicieron por personas de signo político
diferente.
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