Entramos en estos cinco años con
una gran esperanza y comprometidos en participar en ese salto hacia delante, de
pasar de ser un país con las mayores
diferencias sociales del mundo a serlo más igualitario.
¿Qué nos está frenando a los paraguayos y paraguayas, para que este
gran sueño se haga realidad?
Señalo dos frenos para comenzar algo, que podría ser una larga
conversación.
Uno es el tipo de partidos
políticos que tenemos.
Los dos tradicionales y otros, que los imitan con
pequeños matices, tienen las mismas propuestas de gobierno.
En la práctica
se presentan a sí mismos
y a sus correligionarios como objetivo de su existencia. Reciben plata
para educar políticamente y no lo hacen. Para ellos conquistar el poder es
sinónimo de servirse de el para su provecho y eternizarse en el.
Y algo mucho peor, esos partidos
están al servicios de las 200 familias que son los amos del Paraguay
Si hubiera un Presidente que
quisiera de verdad servir a nuestro
Pueblo el mayor impedimento lo va a encontrar en el statu quo de esas 200 familias
y de sus servidores en forma de partidos políticos.
Una prueba de todo esto la tenemos
en el golpe al Presidente legítimo y legal, Fernando Lugo, por levantar
solamente una pequeña brisa que podría terminar en grandes vientos de cambio.
El segundo freno es el sistema
neoliberal que enriquece a unos pocos y a la mayoría la deja cada vez más
empobrecida.
Hay fuertes rumores e intentos de
hacer del Paraguay un bastión de ese sistema contra y en medio de los países
progresistas de A.L. Y para eso se nos
quiere sacar de nuestra casa geopolítica que es el MERCOSUR.
Presidente electo: ¿podrá Ud.
dominar el primer freno y querrá salirse del segundo?
“It is the question”, como dicen en el Norte que
nos domina.
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