Cuando policías y
militares van a realizar una intensa tarea de rastreo en Concepción muchos
ciudadanos nos unimos para recordarles
que los Derechos Humanos siguen vigentes.
Y lo hacemos trayendo el caso de Irma Espinoza, ocurrido hace meses.
Ella es de la comunidad Tacuati Poty y
fue llevada presa porque en su
vivienda “fueron hallados, entre otros documentos, un panfleto con el membrete
del EPP, la bandera paraguaya y una bandera de color verde y rojo con la figura
del Mariscal Francisco Solano López,
impresa en papel”.
Esta mujer con coraje se resistió al apresamiento ante la
fiscala Fanny Aguilera, hasta que no le devolvieran los 35 mil guaraníes que los policías se apropiaron en ese allanamiento. Logró
que le devolvieran 30 mil y luego accedió al apresamiento.
La fiscala actuaba con igual prepotencia que los policías. Fue esta funcionaria del Ministerio Público la que arrojó al piso una asadera con chipa guazú porque, según el relato, “ustedes están cocinando para el EPP”. Revolvieron toda su casa y llevaron fotos de sus hijos.
Ante la insistencia de la fiscala de que ella tenía armas escondidas en su casa, Irma Espinoza le dijo que su única arma son sus dientes y que los usaría si no le devolvían de inmediato los 35 mil guaraníes que le hurtaron en el allanamiento.
Además, el comisario Ovidio Benegas, de la comisaría 10ª de Tacuatí, mostró una definición muy personal de qué es crimen y qué no.
Acusó al esposo de Irma
de estar en contra de la plantación de soja y las fumigaciones y que eso lo
convierte en un sospechoso de formar parte del EPP.
Ella y otros pobladores
denunciaron, además, que a los niños los retiraron un poco de la casa y en el
patio les apuntaban con armas, haciéndoles preguntas para que les cuenten cosas”. (SERPAJ)
No hay comentarios:
Publicar un comentario