viernes, 3 de octubre de 2014

TRES HUELGAS DE HAMBRE CONSECUTIVAS



Rubén  Villalba, con su compañeros de Marina Kue, llevan dos años presos por un delito que no cometieron, pero que se mantiene porque es la única aparente justificación del golpe parlamentario del 22 de junio,  el gobernó trucho de Federico y el alquiler de un partido para que un Presidente que nunca votó sea votado.
Rubén lleva dos huelgas de hambre hasta las últimas consecuencias. La primera, siempre con otros compañeros, para que las mujeres presas de Marina Kue pudieran tener prisión domiciliaria. Y lo lograron.
La segunda huelga hasta las últimas consecuencias para que él y sus compañeros varones pudieran tener la prisión domiciliaria. Y lo lograron.
Solamente que cuando en Curuguaty iba a ser realidad para Rubén lo volvieron a Tacumbú, por la causa ya olvidada de Pindó. Lo volvieron recién salido de 50 días de huelga de hambre y no recibió  ningún cuidado especial. Recuerdo que ese día a las 10 de la noche fui testigo en Tacumbú cómo un senador le hacía traer  sopa de pescado, su primera comida seria después de la huelga.
Desde entonces ha pasado siete meses preso ilegalmente. Su salud se ha resquebrajado y desde este espacio en UH   pedía con urgencia un médico de corazón y no pudimos tener esa ayuda médica  necesaria. Desde entonces se ha ido deteriorando cada vez más. Quiso hacer  en su desesperación otra huelga de hambre y con otras personas conseguimos que desistiera de ella.
El 1 de octubre me encuentro con la noticia de haber comenzado una tercera huelga de hambre hasta las últimas consecuencias. Esto es grave porque puede costar una vida a un ser humano en el que se ha cebado la injusticia reinante en el Paraguay.
Por eso exijo el Habeas Corpus que Rubén pidió hace siete días y no se le ha otorgado. Es la última causa que ha provocado esta huelga.

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