EL DIOS QUE NOS ESTÁ LLEGANDO

Creo en un Dios que está llegando a cada persona y a cada generación. 

Filosóficamente  “el atemporal se hace temporal”.  El que no está dentro del tiempo,  vive entre nosotros. Y en este encuentro con EL, los humanos jugándonos nuestra existencia en la Tierra, determinamos como será nuestro cielo.

De todo esto saco tres consecuencias. La cercanía, a cada uno de nosotros y a nuestra generación, de Dios. El papel tan importante que tiene la vida,  mejorando esta realidad terrenal como El quiere. La preferencia de Dios por todos los que sufren, porque su deseo es que todos seamos felices.

Y añado una cuarta, que es bien negativa: la poca importancia que le damos a todo esto.  Y, también, una quinta, esta vez, positiva: no hay temor por su llegada, porque se nos acerca para hacernos felices.  Alegría que nos mueve a luchar, los años  que se nos conceda, para  que ellos sean una Fiesta, anticipación d e la otra en el cielo.

Y, todavía, otra idea: a Dios nadie le invita a que se acerque a nosotros. Desde el momento en que nacimos, El está ya porque es la fuente de la VIDA. Solamente nos falta que lo descubramos libremente y que nos unamos a su causa de hacernos felices a todos.

¿Hasta qué grado vivimos  todo esto cada uno de nosotros y en grupo como generación?.

He  escrito todo esto y me he quedado pensando un rato. Lo sucedido estos días le importa también a Dios. Los acontecimientos de  asesinatos, de engaños, de prepotencia, de manipulaciones que han terminado con el robo de la  voluntad del Pueblo en un seudo juicio express, repito, preocupan a Dios, Nos han deshumanizado y han jugado con nosotros desde el poder. Nos han quitado felicidad. Los culpables van a tener que responder por todo ello. Y con Dios no se juega.