Al más nivel del
Gobierno, ojalá hayan fracasado las negociaciones. A nivel intermedio, se han tenido con expertos seminarios y Bicamerales , la última el 19 de diciembre del año pasado.
Pero, todavía falta que
en la agenda de nuestra ciudadanía se haya puesto este tema. Hacerlo es el
objeto de este artículo.
Es formidable que
empresas extranjeras deseen invertir en el Paraguay, pero no debemos caer en
otra traición como la de Itaipu:
vendernos como paraguayos y paraguayas y firmar, con muchas coimas de por
medio, un tratado de duración por muchos años ,
que nos haga daño.
La multinacional Río
Tinto Alcan, la segunda mayor productora mundial de aluminio, tiene en su
elaboración del aluminio tres
niveles. El primero, es la transformación de la bauxita en alúmina.
Es el que más contagia el medio ambiente como ha sucedido en San Pedro de
Maranháo, al norte del Brasil.
El segundo nivel,
electro intensivo, es el que se quiere ejecutar en el Paraguay, transformando la alúmina en
aluminio. El tercero, la más rentable, estaría de nuevo en Brasil, con la
adaptación del aluminio a los diferentes usos.
Llama la atención el que
en la reunión de expertos no haya
querido estar presente ningún representante directo de la RTA. Su excusa ha
sido que tenían que hacer una serie de trabajos adicionales con las autoridades
paraguayas “antes de que podamos dar una propuesta del proyecto específico para
las autoridades y el Pueblo paraguayo”.
Parecería que lo primero que quieren es tener el contrato seguro y luego
comunicarlo a la audiencia.
Algo interesante; los
honorarios de quienes están haciendo lobby con
la RTA, 240 millones de guaraníes más los 471.800 dólares dados a una consultora
extranjera , CRU Strategies, han sido
pagados por Itaipu. Pudiendo haber sido pagados a paraguayos de primera calidad
que los tenemos y no a extranjeros.
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