Lo repito con
unas palabras que siempre necesito explicar.
Cuando digo: ”Estamos
viviendo un tiempo interesante”, la reacción suele ser “¿Interesante?. Si todo
está mal”.
Y es que el término
interesante puede significar dos cosas.
Interesante como
sinónimo de algo atrayente, bonito, entretenido, como puede serlo
una novela, una película, o un serial.
Pero, interesante
también puede significar algo de tanta influencia, tan importante, que
tenemos que poner todo nuestro interés y todos nuestros
sentidos en ello. Y la razón es que allí nos estamos jugando demasiado.
Concretamente: estamos
entrando, de a poco, en una nueva época mundial. Lo
cual significa que hemos descubierto todos los males en los
que estamos hundidos y que, al mismo tiempo, se nos vayan abriendo
puertas y ventanas de horizontes totalmente nuevos.
Son tiempos de poner,
en lo que reflexionamos, queremos y hacemos, toda nuestra atención. Y
esto entre dos corrientes que con frecuencia chocan entre sí y nos nublan
la vista.
Son las tendencias de
los que no quieren cambiar porque no les conviene y la otra de abrir
sí o sí un camino desconocido. Y en ambas actitudes nos podemos
equivocar. Por confundir inmovilidad con verdad o cualquier indicio de cambio,
también, con la verdad.
Vivimos tiempos en
que tienen relevancia aquellas palabras de Jesús de que “la
Verdad nos hará libres”.
El problema está en
que no todo lo que consideramos como verdad lo es. Y, por esto es por lo que
escribí en el título de que estamos viviendo un tiempo muy
interesante.
Hay que caminar
abriendo caminos, pero sin tropezar. Hay que defender todo lo bueno que
ya tenemos, pero sin inmovilizarnos.
Tiempos que no
tienen una respuesta individual, sino colectiva. Por eso, son tiempos de
unirnos y de caminar todos, cuanto más juntos, mejor.
Y todo lo que he
dicho, aumenta nuestra Esperanza. Lo cual es formidable. Solamente con ella,
avanzaremos.
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