Llevo más de 20 días en España y voy a tratar un tema interno que no es exclusivo de este país, de Europa ni de America. Es mundial, pero en España se vive con mucha intensidad.
En una Democracia, por definición, la
defensa de los diferentes intereses de los diferentes grupos sociales, están representadas
por los partidos políticos. En teoría ellos nos defienden, se acercan o se
separan en defensa de estos intereses sectoriales. Siempre dentro de un marco
supremo de que cada país no se destruya en esta lucha representativa sino que
vaya creciendo. En ocasiones graves, para esto se acude al Pacto Social que,
todos los partidos han de respetar.
Pero, en la práctica, nada de esto
sucede así y es criticado por la sociedad.
Primero porque? en demasiadas
ocasiones, derecha e izquierda no quieren o no pueden representar a nadie. Está
demasiado sometidas a las reglas del sistema que marcan los bancos, las grandes
organizaciones como el FMI, según las conveniencias del capital mundial siempre
en menos manos y siempre tendiendo de crecer, al margen de los verdaderos intereses de
los Pueblos.
Segundo, esta no representatividad de
los partidos políticos y su sujeción al sistema, provocando reacciones internas
en ellos.
Una, el sentirse ellos firmes y no
medios de la voluntad popular. Anteponen sus intereses en existir y crecer al
fin para el que fueron creados.
Otra, en el descrito que esto les
provoca ante la ciudadanía, ellos aprovechan su dirigencia y fuerzas empleando la corrupción. Roban
al Estado y en tiempos de crisis de empleo, se lo dan solamente a sus
familiares y correligionarios.
Este panorama sombrío tiene
consecuencias desastrosas. Aumenta la indiferencia ciudadana ante la política
partidaria y, va creciendo
esa bomba de tiempo del descontento social, que tarde o temprano estallar con
consecuencias imprevisibles.
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