¿SOMOS PERSONAS PROFUNDAMENTE UNIFICADAS O DISPERSAS?

Tenemos un incentivo tremendo a vivir en la dispersión. La tecnología que nos pone en la mano al mundo entero por la información, no incita a vivir dispersos buscando siempre la última noticia, lo más nuevo por su extravagancia o placer, a  navegar por todos los mares  sin pararnos en ningún puerto para pensar  qué es lo que hacemos y con qué fin.

 Así la vida corre y no dejamos ninguna huella. Continuamente vamos borrando la última con la siguiente, cuando  la vida nos pide todo lo contrario.

Esta dispersión en un momento de cambios profundos como el que vive el mundo entero es peligroso. También frustrante, porque cuando la mayoría busca entre muchos caminos cual sea el verdadero, el disperso tomará cualquiera, lo cual le puede arruinar.

Si la  dispersión interior y exterior es tan frustrante, ¿Qué será la unificación?

Ciertamente no es deletrear la cartilla ya escrita para no salirse de su letra.  Mucho menos carecer de imaginación, de sueños, de libertad para crecer en nuestra identidad.

 Una persona  unificada es la que tiene una brújula en su vida. Es la que va profundizando en el sentido de su vida.

Con una dispersión infinita a lo nuevo, pero  allá en el fondo de su personalidad con un norte, al que acude cuando se pierde.

No es fácil todo esto, pero es apasionante. Porque mezcla la búsqueda con el encuentro. Con lo primero la vida es una aventura. Con lo segundo la vida un descubrimiento. Siempre el mismo, pero a medida que pasa el tiempo, más profundo  y atrayente.

Apliquemos esto al Paraguay.

Antes hablábamos y queríamos un cambio pero que era  dispersión al que unificamos por la brújula que aceptada  libremente  de nuestro compromiso con el Pueblo.

Sin embargo el rumbo de este gobierno es uno de los caminos de la dispersión obligatoriamente impuesto.

Con leyes nos  está fijando cómo  vivir.