Cuando hoy es su
santo ara y se lucha en todas las naciones por la desaparición de la pobreza, la
persona de Francisco de Así aparece llena de
actualidad.
Francisco entregó su vida a la causa de los pobres, en tiempos difíciles de la Cristiandad cuando la institución Iglesia era uno de los más
grandes poderes.
Su método fue formar
un grupo de hombres y de mujeres con el ideal de vivir “con” y “como” los pobres.
Y, por cierto que tan grande la fuerza de este ideal vivido por él, que pronto
juntó a su alrededor millares de personas entusiasmadas con el.
Dejo ahora que hable
de este tema una persona a la que estimo mucho y que desde
hace mucho tiempo vive este espíritu
franciscano, Leonardo Boff.
“Francisco hizo mucho
con los pobres, los tenía presente y todo lo que podía estaba con ellos. Pero,
todavía hizo más: vivió como los pobres. Asumió su vida, sus costumbres,
limpiaba sus heridas y comía con ellos.
Se hizo pobre entre los pobres. Y si encontraba a alguien más pobre que
él, le daba parte de su ropa para ser realmente el más pobre entre los pobres”.
“Francisco en este
contexto de pobreza extrema dio valor a la fraternidad. La pobreza de cada uno
era un reto para el otro, para cuidar de el y proporcionarle, mediante la
limosna o el trabajo, todo lo necesario.
Para los que vivían totalmente desprotegidos, la fraternidad significaba
efectivamente todo”.
Concluye Leonardo
Boff: “Muchas lecciones podrían sacarse de esta aventura espiritual. Quedémonos con una: para Francisco las
relaciones humanas deben de construirse siempre a partir de los que no tienen nada y no tienen por eso la
visión de los poderosos. Sólo una fraternidad que viene desde abajo y desde ahí
engloba a todos los demás, es verdaderamente humana y tiene sostenibilidad”.
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