Casado S.A. tuvo al
finales del siglo XIX seis millones quinientas mil hectáreas en el Chaco. Fue
un enclave en que reinaba como amo y
señor.
Un siglo después, en
el año 2.000, Casado S.A. decide
abandonar el país vendiendo sus tierras.
Y, la llamada secta Moon le
compró más de
quinientas mil hectáreas.
La población obrera de sus fábricas quedó
desempleada.
Y aquí comienza la lucha de los casadeños
abandonados en convertirse de obreros en campesinos y de conseguir algunas
hectáreas para vivir.
En el 2.004 exigieron
al gobierno 150.000
hectáreas. Desde entonces hay dos marchas exigiéndolas desde
Puerto Casado hasta Asunción caminando más de 700 kilómetros.
En el año 2.005 el Congreso
expropia 52,000
hectáreas
mediante la ley 2730, por
considerar la tierra de los moonies un latifundio improductivo.
La secta Moon recusa la
ley. El Congreso del Paraguay recula y anula
la anterior ley.
Pero, llega tarde. Los casadeños ya estaban viviendo
y cultivando las tierras anteriormente dadas.
Entonces, la secta Moon hace una
“generosa” donación de 30.000
hectáreas, gran parte de ellas a casi 40 kilómetros de la
ciudad.
Los casadeños no les
hacen caso y siguen cultivando 35.000 hectáreas de aquellas 52.000 hectáreas
concedidas y arrebatadas, cerca de
Puerto Casado.
Actualmente, ¿quién
desata este embrollo?
El gobierno nacional
ni quiere, ni puede, ni tiene autoridad moral para hacerlo.
La secta Moon insiste y mantiene improductivas la mayor parte de las tierras
compradas a Casado S.A.
Y los casadeños
sufren con el temor de que cualquier día
les arrebata los moonies o el estado lo que tienen y trabajan.
Puerto Casado es un
ejemplo vivo del oparei del Estado y de su olvido del Pueblo.
Solamente los
colorados cada año en elecciones llevan camionadas de supuestos casadeños desde
Asunción y las ganan.
Oparei + trampa. ¿Estamos viviendo en un Estado de derecho?
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