lunes, 7 de octubre de 2013

HOY JORNADA MUNDIAL POR EL TRABAJO DECENTE



Una propaganda estatal recorre el mundo buscando inversionistas para el Paraguay, porque  entre nosotros  no va a necesitar pagar el salario mínimo ni el seguro social y la jubilación.

Alberto Acosta Garbarino, Presidente de la  Fundación Desarrollo en Democracia afirmó en una entrevista en ABC “Nuestro país tiene condiciones extraordinarias  para atraer  inversiones en el sector secundario”. Y concretiza todo esto en poder dar valor agregado a la materia prima y en el ensamblaje de la maquila.

Y mi duda al leerlo es si “estas condiciones extraordinarias” para la inversión extranjera  están en algo muy discutible: esas empresas vienen sólo por la facilidad de pagar poco, ya que vienen precisamente porque tenemos poco trabajo y una gran mano de obra barata.

Más adelante, Garbarino  responde  claramente. “Lo que el Paraguay tiene en la actualidad  es una mano de obra de poca calificación”. Y saca las consecuencias: “Con este nivel de calificación las empresas que vengan al Paraguay van a ser muy competitivas  (ellas entre sí) debido a los salarios que darán que van a ser relativamente bajos”.

Pero,  ¿qué sucederá cuando cansados de esos salarios bajos, exijamos otros justos? Esto pasó en México, donde al exigirlo  los trabajadores, las empresas se fueron dejando a todos en la calle.

La respuesta del entrevistado fue: “La clave es que el sistema maquilador, si  tuviera eventualmente que abandonar el país, dejará gente capacitada.

Y aquí viene la urgencia principal: ¿Acaso este es el estilo  de la maquila, mera ensambladora, que repite miles de veces lo mismo y cuya enseñanza la da para algo tan simple como repetitivo? Trabajo siempre igual que convierte a los seres humanos en robots, que los sustituirán en cuanto existan.

Pienso que la industrialización agrícola de nuestras  materias primas dándoles valor agregado, es algo mucho más amplio que este régimen tradicional de maquila.

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