No es fácil entender
lo que ocurre en Egipto y en general en el mundo árabe. Pero, al intentar
profundizarlo, he encontrado
conclusiones que nos pueden ayudar.
En Túnez, en Argelia
y ahora en el 2013 ha
habido una insurrección popular contra
gobiernos que de alguna manera coincidían en no respetar al Pueblo. Y uno
de los elementos principales de esta lucha ha sido la huelga.
En Argelia para
lograr la victoria se alió la Unión General de Trabajadores y
el Partido Vanguardia Socialista con la Unión de Empresarios Públicos y con los
intelectuales, formando la
Coalición para la
Cultura y la Democracia.
Cuando cuajó esta unión se les unió el Ejército para dar el
golpe.
Es lo mismo que ha
ocurrido en Egipto.
Entonces sucedió lo que Frantz Fanon llama en su libro
“Los condenados de la tierra” la
“disonancia cognitiva”. Partidos de izquierda con creencias fundamentales
marxistas profundas, ante realidades que van contra esas tendencias, afirman y
hacen lo contrario de lo que defendían
antes, racionalizando y buscando excusas para su nuevo comportamiento.
La izquierda egipcia que antes de la Coalición defendía la
huelga, ahora pide que se acabe con el
argumento que esta legitimidad conseguida con el Ejército ha sido el esfuerzo
de su lucha.
No dicen que este es una
legitimidad nacionalista burguesa dentro del sistema, cuando ellos habían
luchado antes por una socialista que rompiera el sistema.
Resumo lo dicho con este párrafo
del sociólogo uruguayo Alberto Cruz “La burguesía árabe ha usurpado todos los
símbolos del izquierda, comenzando por el lenguaje. La izquierda se ha
entregado con armas y bagaje a la burguesía. Esto ha supuesto su suicidio. No es
aventurado decir que la izquierda árabe
camina hacia la nada”.
Y concluye, “En ninguna parte del
mundo árabe ha habido revolución”.
Sin comentarios o, mejor, con
muchos. Pero, se los dejo a Ud.
No hay comentarios:
Publicar un comentario